29-07-2010

Yo no soy escritor. Un escritor es alguien que tiene que escribir. la única razón por la que escribo es para justificar todas las otras cosas que no hago.
Theodore Sturgeon.


Yo, pájaro, tampoco soy escritor. Pero en mi agenda hablo frecuentemente de literatura. No sé por qué. No me pregunten.
[ACOTO: Quizá sea porque leés como escabia un cosaco; endiabladamente caótico, voraz, constante. Sos un borracho de letras]
Dediqué mi vida a la lectura. No fue un acto consciente, lo hice como una actitud secundaria que me llevó más tiempo que cualquier otra cosa.
Nunca me avergoncé de mi lectura, a pesar de ser un fanático de la ciencia ficción. En cambio, la escritura me daba un carácter de zapato que nunca pude compartir. Nunca entendí el por qué de esa sensación ortopédica.
[ACOTO: Cientos de hojas se llenaron de garabatos; desde Lucky Luke a Lem; desde la salita infantil de La Boca hasta los paseos nocturnos por la Biblioteca del Senado. CIentos de hojas que, por cagón, nunca te animaste a mostrar]
Armé mundos de fantasía para esconderme de la normalidad. Siempre quise, y quiero todavía, ser diferente, aunque el hecho de reconocerme distinto a los demás me mojaba los calzoncillos.
Entonces adulteré mi diario, adornando los recuerdos de mi vida con pelotudeces. Ignoraba que las verdaderas aventuras llegarían después. En ese momento no podía esperar por lo singular, necesitaba que ocurriera.
Años después fundé una revista, hice radio y participé en un taller con gente increíblemente creativa y talentosa. Y, sin embargo, no pude vencer el miedo de convertirme en lo que siempre deseé.
[ACOTO: Te rodeaste de formulas uno pero te aseguraste de sentirte un fiat 600. Te rodeó, no importa lo que hicieras, gente divertida, creativa, inteligente. El problema es que siempre miraste para otro lado]
Nunca pude reconocerme hasta hoy. Finalmente me rendí ante mi propia voz; la verdadera, la que me sube desde las tripas.
No tengo mayores problemas que mis miedos, una estúpida manía por coregir eternamente y el secreto temor de que mis "artes" no sean más que intentos menores de un aficionado.
[ACOTO: Hay que jugarse como en las olas, viejo. Aparte otra cosa, hacerse el estilista es de pajeros. El genio es estilista, los demás son peluqueros]
Sé que tengo que decir algo. No creo que sea la verdad, ni siquiera sé si es una verdad personal. Capaz que resultan puro verso. Lo único que sé es que voy dejar salir las palabras que se me apelotonan en la garganta y en las manos, porque, simplemente, soy un hombre, y nada de lo humano me es ajeno*.

*Terencio.

Comentarios

Y a mí, que soy un ser humano que trata siempre de vivir cerca de los otros (siempre fuera de esa distancia que muchos se imponen con respecto a las experiencias ajenas), me encantará leer todo lo que tengas que decirnos.
Unknown dijo…
Agradezco el interés, Siberiana.
Cordialmente,
Yo.
Javier F. Noya dijo…
Nadie es tan imprescindible como para tener un fin en la vida tan grandioso que evite la inseguridad. Te sseguiremos leyendo porque nadie es tan imprescindible como para no apreciar y disfrutar de lo que bien escriben los otros. Saludos.
Unknown dijo…
La inseguridad es, con todo, el peor de los enemigos de la escritura. Mayor aún que los malos editores.
Cordialmente,
Yo.

Entradas populares