26-05-2011

Nos hacemos promesas a nosotros mismos. Escuchamos las promesas de los demás. Los políticos nos hablan de una vida mejor para los que envejecen, de una sanidad donde nadie sufra en la espera. Los bancos prometen mejores intereses, los alimentos nos prometen mejor línea y las cremas nos garantizan una vejez sin arrugas. La vida consiste en navegar en nuestra pequeña embarcación cruzando un mar de promesas siempre cambiantes pero inagotables.
Henning Mankell.


¿Cuántas me hicieron o me hice yo mismo? Ni puta idea.
[ACOTO: De promesas hablo, che, podridos de mierda]
Tantas promesas de trabajo, de amor, de inclusión, de amistad, de gol, etc.
Encima, ahora que se acercan las elecciones, uno se convierte en un blanco constante de promesas de todo sabor.
Ponele, el capo del PRO nos promete que seremos felices en la CABA. ¿Puede existir promesa más inverosímil que esa? Digo, para hacerse cierta depende de tantas otras de carácter privado, sobre las que el jefe de gobierno no tiene ninguna injerencia.
[ACOTO: tengo los huevos bien llenos de la política]
Otras giladas me obligan a escribir esta especie de descargo. Giladas propias, que se remontan a tiempos de imbecilidad crónica.
¿Cuántas veces prometí sinsentidos? ¿Cuántas veces reclamé el cumplimiento de promesas que, de movida, bordeaban la mentira? ¿Cuánta energía gasté en boludeces que no me aportaron nada, a mí, al que soy de verdad, a este simple escribiente?
El otro día discutí digitalmente con un seguidor del Empome Primordial, que vendría a ser el-dejarse-garchar-en-pos-del-éxito. En esa discusión leí la palabra fracasado.
[ACOTO: aclará que te la tiraron a vos, porque es medio confuso dicho así]
No soy partidario del evangelio del outsider, así, tipo Pessoa&Co. Digo, de eso de que se está afuera porque ahí se encuentra la autenticidad y ble, ble, ble. De hecho, conozco a muchos tipos exitosos en justa medida, que encontraron lo que andaban buscando. Pero lo hicieron con aptitudes y objetivos tangibles.
¿Se entiende la diferencia?
Sucede que a mí no me pasaba por la cabeza el triunfar, al menos, no así como decís que lo hiciste. Tampoco tenía claro qué carajo buscaba. Capaz que ahí sí fracasé, por ser un barrilete cósmico.
[ACOTO: ¿acá viene la maroma, entonces?]
Pero, ¿decirme fracasado, hoy? Digo, textualmente, decir que digo lo que digo porque soy un fracasado ya es un abuso, típico de un pavote como vos. Ponele que te doy el beneficio de la duda, como que ignorás todas las cosas que viví y todos los cambios que sufrí en los últimos años. Ponele que suspendo, por un rato, mi impresión de que sos un paquete, y racionalizo las boludeces que me decís.
Así y todo, es un abuso.
[ACOTO: lo que pasa es que el pavote mide a todos con la vara que quisiera medirse él]
Allá por el 2009, en la plenitud de mi default existencial, me hice una promesa; no voy a dejar de escribir. No me voy a rendir. Nunca.
Tantos años después de mi postrecito experience, un ortopédico como vos viene a decirme que fracasé porque no obtuve dones (bueh) que nunca busqué.
¡Ja!
Si fracasé fue porque no me animé a escribir como lo hago ahora, o como pienso hacerlo mañana y pasado, por los siglos de los siglos. En cuanto a los dones que, creo, asociás con un cargo, recuerdo bien lo que se necesitaba para alcanzarlos, y por eso dudo que alguna vez te saques el olor a pata de la boca, después de tantas sobadas de calcetines.
[ACOTO: de pensar en medias en el buche, se me hizo lana la baba]
Como border, me prefiero pobre y (pésimo)poeta, antes que hombre-sin-atributos-pero-con-jinetas. Acordate que garganta profunda tiene muchas acepciones y capaz que, desafiando a la física cuántica, vos convertiste la tuya en un agujero negro.
En fin...

Comentarios

Loca_Sola dijo…
esa!!.. vamos Niño Errante, nomás!!
Le prometo los escritos para cualquier día de estos (pero esta no es una de las promesas del post, eh)
besos!
Unknown dijo…
Agradézcole, Loca. Recuerde que debe escribir eso que me ha prometido, o me veré en la penosa obligación de asesinarle.
Cordialmente,
Yo.

Entradas populares