20-08-2012
Azul de cielo y verde de alga honda,
Veo la playa del mundo, fresca y lisa,
Y un rostro dibujado.
José Saramago.
Pasa que algo te tiembla en la zurda. Un espasmo discursivo que no tiene una meta real. Como una necesidad de decir en silencios.
Te gusta decir y no tanto hacer, porque sos medio pelotudo, ¿viteh?
Pero a veces decís cosas lindas.
Sé que en ese tembleque te sangra la memoria. Y vas reviviendo el pasado en una diarrea de imágenes y palabras que mezcla lo que fue con lo que quisiste que fuera.
Lo gracioso para mí, que te veo desde un afuera que es adentro, es que, a pesar de tanto aguante juvenil, de tanto huevo para enfrentar altas espumas, todavía no te animás a decir la verdad:
Tenés y tuviste miedo, siempre. Por eso podés contar lo que otros, a la fuerza, tuvieron que callar.
Pasa que te tiembla algo en la zurda, ¿viteh?
Ponele que es difícil decir la verdad entre tanto tembleque. Igual, ya va siendo hora de que te hagas cargo.
De una buena vez.
Veo la playa del mundo, fresca y lisa,
Y un rostro dibujado.
José Saramago.
Pasa que algo te tiembla en la zurda. Un espasmo discursivo que no tiene una meta real. Como una necesidad de decir en silencios.
Te gusta decir y no tanto hacer, porque sos medio pelotudo, ¿viteh?
Pero a veces decís cosas lindas.
Sé que en ese tembleque te sangra la memoria. Y vas reviviendo el pasado en una diarrea de imágenes y palabras que mezcla lo que fue con lo que quisiste que fuera.
Lo gracioso para mí, que te veo desde un afuera que es adentro, es que, a pesar de tanto aguante juvenil, de tanto huevo para enfrentar altas espumas, todavía no te animás a decir la verdad:
Tenés y tuviste miedo, siempre. Por eso podés contar lo que otros, a la fuerza, tuvieron que callar.
Pasa que te tiembla algo en la zurda, ¿viteh?
Ponele que es difícil decir la verdad entre tanto tembleque. Igual, ya va siendo hora de que te hagas cargo.
De una buena vez.
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